A veces no encontramos motivos, pero sucede que nos ruborizamos. No sólo se ruborizan o sonrojan las personas tímidas, también cuando se siente miedo puede uno llegar a ruborizarse. La piel se pone roja debido a la adrenalina que es liberada, por orden de la hipófisis, desde el encéfalo, actúa sobre las paredes de los vasos sanguíneos, dilatándose los más externos del cuerpo, llegando una gran cantidad de sangre a la piel y es por eso por lo que se pone roja.
Hay más hormonas, aparte de la adrenalina, causante de la dilatación de los vasos sanguíneos, estas son los estrógenos y la progesterona, muy presentes en la menopausia, y es por eso por lo que en esta etapa, las mujeres sienten “bochornos”.
El ponernos rojos, también constituye un mecanismo de defensa que impide que el cuerpo se caliente cuando estamos en un ambiente con temperatura muy elevada, eso es lo que ocurre en caos de insolación.
También nos podemos poner rojos al comer determinados alimentos sobre todo picantes, es lo que se llama “rubor gástrico”.
Es decir que nos podemos poner rojos por múltiples circunstancias y no solamente por ser tímidos.