La Enfermedad de Alzheimer es un trastorno de lenta evolución que provoca la pérdida de células nerviosas del cerebro, afectando a la memoria, la capacidad de reflexión y la toma decisiones, la orientación espacial, la concentración y el lenguaje.
La E.A. puede afectar su capacidad para realizar las tareas cotidianas, y también puede provocar cambios del comportamiento y del estado de ánimo. Si bien los síntomas pueden interferir con las actividades sociales, familiares y laborales, tanto los pacientes de la E.A. como los cuidadores pueden aprender una serie de estrategias que les ayudan a mantener una vida activa y productiva.
Este pequeño artículo pretende ofrecer algunos consejos prácticos para poder sobrellevar los efectos de la enfermedad.
El avance de la enfermedad y sus síntomas no son iguales en todos los pacientes, si se observa que la evolución general de la E.A. suele dividirse en tres etapas: (inicial, intermedia y avanzada) según sus efectos sobre la memoria, el pensamiento y la capacidad del paciente para atender a sus necesidades. La memoria a largo plazo no se ve afectada en las fases iniciales de la EA.
Algunas de las técnicas psicológicas más eficaces para el tratamiento de la E.A. pueden ser:
- Entrenamiento de la memoria (adivinanzas, refranes, reconocer personas, asociar parejas…)
- Técnicas de orientación a la realidad (repetir diariamente los datos correctos sobre lugares, fechas…)
- Escuchar música, cantar, bailar como distracción y refuerzo del recuerdo.
- Que cuente cosas de su pasado, que hable de las situaciones y experiencias personales que recuerde.
- Reforzar lo que haga bien y no reaccionar cuando haga algo mal, procurar no regañar ni discutir con el enfermo.
- Actividades manuales, juegos con pintura, arcilla, costura…
- Estimular la visita de amigos y evitar hablar como si no estuviera presente.
- Dar paseos, hacer una pequeña tabla de gimnasia, evitar que permanezca sentado o tumbado varias horas seguidas.
Águeda Sobrino Rueda
Especialista en Psicología Clínica